Quiero invitarte a tomar un tiempo para pensar en papá, pero de una manera diferente, obviando los errores o desaciertos que pudo haber tenido, sino recordando los momentos agradables que has tenido con él.
Las redes invaden con anuncios y máximas expresiones de amor hacia una madre, pero se nota considerablemente que no es igual el día del padre ¿acaso no es parte fundamental un padre? absolutamente, sin embargo la irresponsabilidad de muchos ha dado lugar a esa indiferencia respecto al padre, pero realmente ¿qué tanto valor tiene un padre en la familia? Mucho, demasiado diría yo, un padre es el soporte de la familia, el sostén protector incondicional, los hombres están diseñados para eso. Un padre es tan necesario como una madre, así de simple.
Hoy quiero honrar la vida de los padres, de esos hombres incansables que se esfuerzan por sus familias y no sólo por su sustento, sino por mucho más que eso, por esos padres que como decimos en buen chapín, se quitan el bocado de la boca para darle a sus hijos y los ponen en sus hombros para que lleguen más allá.
Honro la vida de esos padres que aman entrañablemente a sus hijos y por eso los corrigen, sí los corrigen, porque creo firmemente en lo que dice la Biblia:
“El que no corrige al hijo, lo odia; el que lo ama, lo disciplina a tiempo. Proverbios 13:24
Así que un buen padre no es aquel permisivo que le da todo a su hijo, porque él no lo tuvo de pequeño y quiere dárselo a su hijo, honro a aquellos padres que claro, quieren lo mejor para sus hijos, pero que también saben poner límites.
Honro a aquellos hombres esforzados que salen de madrugada a buscar el sustento para los suyos, que al llegar a casa son recibidos con un beso y abrazo y con eso se dan por satisfechos.
Honro la vida de aquellos hombres que a pesar de tener a sus hijos ya mayores y con sus propios hogares, siempre están al pendiente para brindar su apoyo.
Honro la vida de los nuevos padres, ya que sin ningún manual hacen su mejor esfuerzo por ser los mejores y sí, son los mejores para sus hijos.
Honro la vida de los abuelitos, quienes siempre están dispuestos a dar de su amor, ya criaron a sus hijos, hoy se disfrutan a sus nietos, ¡qué dicha tan grande! Deseo que Dios les dé larga vida para seguirlos disfrutando.
Honro la vida de mi esposo, quien lleva unos meses como padre y estoy segura que durante toda su vida dará lo mejor de sí para nuestro hijo, quien lo ama muchísimo.
Honro la vida de mi padre, cuánto por agradecer, no me alcanzaría la vida para compensarle todo lo que ha hecho por mí y los míos, sólo le pido al Señor le dé larga vida, salud, amor, vigor y fuerzas para seguir adelante siempre.
Honro la vida de mi suegro, quien ha sido un ejemplo de entrega y responsabilidad.
Honro a quien ha cuidado mi vida espiritual durante muchos años, ha sido un gran ejemplo para mí, he recibido amor y corrección y eso ha sido bueno, pues me ha ayudado demasiado.
Honro a mis abuelos, quienes aunque ya no estén en esta tierra, hicieron un gran trabajo en hacer de mis papás las personas honestas quienes son.
Honro al más importante de todos, Dios, quien es el Padre perfecto y es nuestro gran ejemplo, quien está siempre para nosotros con amor, perdón, ayuda, corrección, enseñanza y más amor. ¡Te amo Papito!
Te invito a ti a honrar a los tuyos, bendícelos y si ya no los tienes en esta tierra honra a quien te ha apoyado en esa faceta de tu vida. Si tuviste una mala experiencia con tu padre, perdónalo y hónralo para que puedas estar en paz. Recuerda que existe la ley de la siembra y la cosecha, siembra amor, honra y respeto que a su tiempo lo recibirás.
¿A quién vas a honrar hoy?
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