Inicias la lactancia materna con tanto amor, ilusión y ganas de hacerlo por todo el tiempo posible, de repente, eso que tanto amabas, se convierte en molesto, donde lo que menos quieres es que tu hijo esté mamando, pues todo te irrita o te lastima; piensas que eres una mala madre, pues ¡qué te pasa si amas a tu hijo y nunca había sido un problema el amamantar! luego vuelve el sentimiento y lo aceptas peeeerooooo… ¿de qué se trata? ¿es normal? ¿qué lo provoca? ¿tiene nombre?
Sí, se llama Agitación por amamantamiento.
Yo no lo sabía y menos que sabía que tenía nombre, pues es un sentimiento tan difícil de explicar, que pocos comprenderán, pues lo primero que dirán es… destetalo yaaaaaa y no sufras, pero no, pues esto es cosa de la mamá, no del niño. Por lo que aquí les cuento de qué se trata:
La agitación por amamantamiento es un cúmulo de sentimientos de rechazo que afloran repentinamente en la madre lactante hacia su hijo. Es muy duro aceptar y explicar que sientes la necesidad de apartar a tu hijo de tu lado, que no puedes soportarlo cuando mama o que deseas que algún familiar se haga cargo de él para alejarlo de tu lado.
Este rechazo puede aparecer en distintas épocas, sin embargo es más frecuente en cualquiera de estas situaciones:
- Cuando se continúa con la lactancia durante el embarazo
- Durante la lactancia en tándem (a dos niños de distintas edades)
- En lactancia prolongada (con niños mayores)
En el inicio del embarazo es muy frecuente tener gran sensibilidad en los pezones, dolor, cansancio acumulado, la demanda extrema del niño, todo esto puede desencadenar estas sensaciones de rechazo y la necesidad que el niño deje de mamar.
¿Por qué aparece este sentimiento?
Como es algo tan extraño y para muchos, poco importante, no se saben muy bien las razones por las que aparecen estos sentimientos, pero se cree que quizá se sustentan en la necesidad inconsciente de acelerar el crecimiento de nuestros bebés.
Quizá muchas mujeres nunca lo van a experimentar o pocas se atreverían a expresarlo, pues como les decía el sentimiento es tan raro, que de repente sientes rechazo, pero luego te entra un cargo de conciencia que no puedes con él…
¿Qué puedo hacer al respecto?
- Relajarte y desahogarte… sí, no tienes que sentir esa culpa
- Intenta limitar, aplazar o acortar las tomas
- Pide ayuda con tu hijo cuando te sientas mal
- Expresa tus emociones y sentimientos con otras madres para sentir ese apoyo, pues no estás sola en esto
- Reduce o elimina las tomas nocturnas
Mi experiencia
Cuando mi hijo tenía 1 año 9 meses me enteré que estaba embarazada de mi segundo bebé, fue una emoción por un lado, pero por otro decía… la leche de mi hijo, yo quería darle por lo menos 2 años, por lo que seguí con la lactancia durante el embarazo, que sí se puede y aquí se los cuento los primeros meses fueron muy difíciles debido a la sensibilidad de los pezones, sumado a la “sintonía del pezón” cosa que hacen normalmente, pues esto estimula la producción de leche, a mí no me molestaba peeeeero embarazada, fue todo lo contrario. Inicié con decirle que eso no me gustaba, mamaba con un pecho y mi mano en el otro para que no lo hiciera, hasta que al fin lo dejó de hacer.
Me sentía abrumada, pues siempre he amado amamantarlo y de repente sentir ese sentimiento que no lo quieres hacer, pero tu mente dice “debes hacerlo” es agotador; no les digo que fue de lo más paciente, no, perdí la paciencia muchas veces, lloré, me enojé, sentía más no poder en ese lapso mi esposo me ayudó un montón, pues él lo atendía mientras yo me sentía así 🙁
Solicité ayuda con una Asesora de Lactancia, pues sabía que sólo alguien así me podía ayudar y comprender; me explicó que lo que tenía se llamaba agitación por amamantamiento, me ayudó a decirme cómo eliminar las tomas nocturnas, eso fue de mucha ayuda, pues sentía no poder más; la asesora también me indicó que tenía las opciones de destetarlo de manera respetuosa poco a poco o bien seguir así y llegar hasta una lactancia en tándem, la cual no es fácil, pero tampoco imposible.
En el camino dije, iré haciendo paso a paso pues no quiero dañar a mi bebé, pues los sentimientos eran míos, él hacía lo que normalmente hacía sin ningún inconveniente, mamar. Fui negociando a que las tomas fueran más cortas y éstas cada vez fueron menos. Esto va ligado a la historia de un destete respetuoso, que les contaré en la próxima entrada del blog 😉
Muchas podrán pasar desapercibidas con esto, pues tal vez nunca lo experimentaron, pero se los cuento para que estén informadas, por si les llagara a pasar ya saben de qué se trata o bien si ven que alguna de sus conocidas está pasando por una situación así, la pueden comprender y apoyar.
Me cuentan si les ha pasado una situación similiar.
Las leo, un abrazo,
Susanne
Con información de: https://www.lactapp.es/blog/agitacion-por-amamantamiento/
PD: La de la foto no soy yo 😉