Hace unas semanas noté que mi hijo se empezó a sentar de una manera extraña, pues nunca lo había hecho así, se sentaba sobre sus rodillas con los pies a los lados, mi alarma se encendió y le consulté a mi fisioterapeuta de confianza y efectivamente esa posición no es la correcta para sentarse. Por tal razón quiero compartirles esta valiosa información que ella me compartió.
Ten cuidado con la posición en W de tu hijo
¿Has notado que tu hijo mete uno o ambos pies al caminar?
¿Cuando está de pie pareciera que sus rodillas se están mirando en vez de mirar hacia el frente?
Si tu respuesta es sí, déjame contarte un poco más acerca de esto. Esta es una alteración que se llama anteversión femoral y no es más que una torsión hacia adentro del fémur en el extremo que lo une a la rodilla. Es normal durante los primeros tres años de vida, ya que los huesos de los niños están en proceso de crecimiento y maduración.
Sin embargo, esta alteración natural, puede acentuarse y provocar que los niños caminen metiendo los pies si adoptan el hábito de sentarse en W, es decir, hincados con los pies a los lados de los glúteos. A los chicos esta posición les resulta muy cómoda porque evita que los pies interfieran en su área de juego. Pero cuando se sientan de esta forma, las caderas rotan hacia adentro y los tobillos hacia afuera aumentando la torsión y provocando que sus huesitos se desarrollen en una mala posición. Además limita la rotación del tronco lo que impide que los reflejos de enderezamiento y equilibrio se desarrollen por completo. Como resultado tendremos niños con malas posturas, candidatos a ser adultos que sufran problemas de espalda.
Como madre tu mejor arma es la paciencia y la perseverancia. Cuando veas que tu hijo juega sentado en W, corrígelo y pídele que se siente en posición hindú, o como yo le digo a mi hijo “como chinito”. Esto evita la torsión exagerada, permite la movilidad amplia del tronco y no estorba para nada el área de juego.
Si tu hijo es mayor de tres años y has notado que mete uno o ambos pies ¡no te alarmes! No significa que haya que operarlo ni atormentarlo con el uso de barras de metal con zapatos feos. Con unos sencillos ejercicios puedes ayudar a corregir este problema.
- Haz una línea recta con masking tape y pídele a tu hijo que camine sobre ella poniendo un pie adelante del otro pero insiste en que las puntas queden hacia adelante, verás que por instinto abrirá sus brazos y enderezará su espalda.
- También ayuda caminar por la orilla de las banquetas, manejar triciclo y pelotas con agarraderas para saltar.
Son cosas simples que puedes hacer a manera de juego.
Los resultados no son inmediatos, pero si eres constante lograrás el objetivo.
¿Cuando consultar con un médico especialista?
• Si al niño se le dificulta caminar
• Si notas cambios significativos en sus piernas o alguna deformidad que no presentaba antes
• Si hay dolor
Espero que te haya sido de utilidad esta información, si tienes más dudas o necesitas ayuda con Fisioterapia te dejo el contacto, aparte de ser mi amiga es una excelente profesional que seguro de ayudará muchísimo.
Nidia de Paniagua
Fisioterapista
nidiaterapiafisica@gmail.com